Traducir / Buscar en Google

💚 RECUENTO - CAPITULO 2: EL PERFECTO DESCONOCIDO

Relato corto perfecto desconocido amigo corrupcion
Desconocido

RECUENTO - CAPITULO 2: EL PERFECTO DESCONOCIDO


Un día, de esos tantos en los que yo caía en la angustia de ver pasar mi vida por la ventana y tener la sensación de no poder cambiar nada, decidió él también abrir la puerta de sus secretos.


Ale, ¿sabes quién soy yo? La pregunta me tomó tan de sorpresa que atiné únicamente a abrir mis ojos y negar en silencio¿segura? insistióPerdoname si te tengo que conocer de la farándula pero no, no sonrió, asintió con la cabeza y perdiendo la vista en algún punto de la calle Brasil continuó:Algún día voy a contarte mi historia Siguió mirando por la ventana y se corrigió casi al instanteNo, te lo voy a contar hoy.


Supe que fue director de la Aduana hace algunos años, que por seguir órdenes de superiores había cometido un delito por el cual lo enjuiciaron y hasta estuvo detenido en una cárcel común sesenta días.  Sesenta días durante los cuales creyó que su vida se había derrumbado, todo lo que había conseguido con esfuerzo propio y de su padre, lo había echado a perder simplemente por haber obedecido cuando debió revelarse a la autoridad y, si hubiera sido necesario, perder su cargo a cambio de su honor.


Confesó públicamente una mañana frente a las cámaras de televisión, cuando se quebró ante la pregunta directa de un periodista sobre si era o no inocente.  Respondió que no y el mismo juez frente al que minutos antes se había negado a declarar, lo volvió a citar.


¿Sabes porque te cuento todo esto? me preguntó inclinándose sobre la mesa acercándose a mi porque necesitabas escuchar esta historia, hace cuatro años que no hablaba del tema, pero vos hoy tenías que escucharlo, siempre me sentí cómodo con vos, seguramente porque intuí que no me conocías, por eso me trataste siempre como a cualquier “hijo de vecino”.  Te quiero mucho y por favor haceme caso, refugiate en tus afectos, hace las cosas que te gustan y acordate que, como yo, también vos podes empezar desde menos diez.  Siempre se puede empezar desde menos diez.


Nos despedimos como siempre, con un beso en la mejilla pero acompañado de lo que me pareció el abrazo más tierno que había recibido en mucho tiempo.  Esa tarde volví a mi casa sintiéndome otra persona, con una sensación muy grande de estar en deuda con Julián.


Dediqué toda la noche a reunir información sobre la historia que me había contado. Comprobé todo con las mismas palabras que aparecían en diarios y revistas de la época, fotos, entrevistas, videos, todo eso estaba en Internet y yo no lo había visto.  Agradecí sinceramente no haber prestado casi nada de atención a las noticias aquel año, de otro modo realmente no podría asegurar mi reacción si hubiera descubierto que Julián era quien era el día que lo vi por primera vez.


Esa noche comencé a planear de qué modo iba a agradecerle yo, Alejandra, las palabras que me regaló esa tarde, abriendo su corazón después de tanto tiempo, poniendo en palabras hechos que lo seguían lastimando desde el recuerdo.  Además según un periodista comentaba, la sociedad toda le debía a él la colaboración para repatriar el dinero y esclarecer lo que fue el caso más emblemático de la corrupción de esa década.


Me invadió de golpe la necesidad de protegerlo, si lo hubiera tenido cerca en ese momento sin dudas lo hubiera abrazado toda la noche.  Miré hacia mi biblioteca y lo vi, supe de inmediato lo que iba a regalarle.  No iba a ser sencillo convencer a mi madre de desprendernos de él, pero ya no era mío, el escudo de la Nación pintado por mi abuelo en una piedra de canto rodado ya tenía otro dueño.



Seguime en Redes Sociales

Seguime en Facebook seguime en Twitter Canal de youtube seguime en Instagram Seguime en Pinterest seguime en Linkedin